(vía diariosur.es)
Los libreros confían en la nueva ubicación de la cita literaria y proponen dedicar esta edición al escritor malagueño Antonio Soler
20.03.13 - 09:58 -
MARINA MARTÍNEZ mmartinez@diariosur.es | MÁLAGA.
No las tenían todas consigo. Por estas fechas, los libreros andaban el año pasado con la duda. Finalmente, pudieron regresar al Paseo del Parque en junio en una nueva cita de la Feria del Libro. A estas alturas, vuelven a respirar tras una fuerte caída de ventas que hacía vaticinar lo peor. La fiesta de las letras se celebrará una edición más, aunque en esta ocasión con cambios. Para empezar, las fechas se adelantan, este año tendrá lugar entre el 10 y el 19 de mayo. Y, lo más importante, cambia de ubicación. Quien vaya al Parque en su busca que se abstenga, porque esta vez se traslada al Palmeral de las Sorpresas. Esas son las principales novedades que se extraen de la primera reunión de la comisión mixta en torno a la cita literaria, en la que instituciones, editores y libreros han sentado las bases de la que será la 43ª edición, y en la que ha quedado constituida oficialmente la Asociación Feria del Libro de Málaga. Su presidenta, María del Carmen Niño -de la librería Rayuela-, confía en las innovaciones previstas para este año: «Va a ser un cambio importante. La zona del Puerto ha recibido un impulso en los últimos meses y creo que eso puede beneficiar, es una ubicación excelente».
De hecho, espera que el nuevo escenario pueda contribuir a potenciar la organización de actividades, a pesar de que parece que este año se perderán algunas propuestas, como las casetas de la
biblioteca o la del taller de encuadernación. Los recortes obligan. «Es lógico que haya que ajustarse, la feria es un reflejo de la situación que vivimos, pero tenemos que seguir animándonos a salir a la calle porque este sector tiene una parte empresarial, pero también cultural», añade la malagueña, que se conforma con que haya afluencia de público. Pedir vender más ya son palabras mayores. Son conscientes los libreros. Ya el pasado año acusaron en sus 'carnes' una bajada de ventas de cerca del cincuenta por ciento. No pintaba bien el futuro, pero al final libreros y editores han vuelto a apostar por defender una cita que, un año más, se ve obligada a apretarse el cinturón.
Si el pasado año la única aportación directa fueron los 14.000 euros del Ayuntamiento, este serán 12.000 los que invierta el Consistorio malagueño. Además del presupuesto indirecto que dedica a otros gastos. Lo mismo que el resto de instituciones implicadas, como la Diputación o la Junta de Andalucía, que habitualmente colabora en la programación.
Menos participación
A pesar de todo, no pierden la fe en la feria. Sabían que necesitaba un nuevo aire. El deterioro de las últimas ediciones daba que pensar. La cifra de participación hablaba por sí misma: de las cerca de setenta casetas de sus comienzos, el pasado año el número se vio menguado hasta las escuetas 29, con ausencias destacadas como la de Li-bri-tos.
Pocos detalles más se conocen de la próxima convocatoria, pero hay esperanzas, no solo por la ubicación física, también en el calendario, ya que el segundo fin de semana coincidirá con la Feria del Libro de Sevilla. Creen que eso puede contribuir a animar la agenda. Otro motivo para el optimismo. De hecho, ya el pasado año pidieron un cambio, tanto de escenario como de fechas. Se barajó la Plaza de la Marina, la de la Merced y también el Palmeral de las Sorpresas. Ahí verá la luz finalmente una edición que, aunque ofrece novedades, seguirá apostando por iniciativas ya clásicas como la tradicional publicación de la feria. Este año, además, dedicará la convocatoria a un autor malagueño. La propuesta es Antonio Soler, por su prolífica obra y reconocimientos -entre otros, cuenta con los premios Nadal y Herralde-.
MARINA MARTÍNEZ mmartinez@diariosur.es | MÁLAGA.
No las tenían todas consigo. Por estas fechas, los libreros andaban el año pasado con la duda. Finalmente, pudieron regresar al Paseo del Parque en junio en una nueva cita de la Feria del Libro. A estas alturas, vuelven a respirar tras una fuerte caída de ventas que hacía vaticinar lo peor. La fiesta de las letras se celebrará una edición más, aunque en esta ocasión con cambios. Para empezar, las fechas se adelantan, este año tendrá lugar entre el 10 y el 19 de mayo. Y, lo más importante, cambia de ubicación. Quien vaya al Parque en su busca que se abstenga, porque esta vez se traslada al Palmeral de las Sorpresas. Esas son las principales novedades que se extraen de la primera reunión de la comisión mixta en torno a la cita literaria, en la que instituciones, editores y libreros han sentado las bases de la que será la 43ª edición, y en la que ha quedado constituida oficialmente la Asociación Feria del Libro de Málaga. Su presidenta, María del Carmen Niño -de la librería Rayuela-, confía en las innovaciones previstas para este año: «Va a ser un cambio importante. La zona del Puerto ha recibido un impulso en los últimos meses y creo que eso puede beneficiar, es una ubicación excelente».
De hecho, espera que el nuevo escenario pueda contribuir a potenciar la organización de actividades, a pesar de que parece que este año se perderán algunas propuestas, como las casetas de la
biblioteca o la del taller de encuadernación. Los recortes obligan. «Es lógico que haya que ajustarse, la feria es un reflejo de la situación que vivimos, pero tenemos que seguir animándonos a salir a la calle porque este sector tiene una parte empresarial, pero también cultural», añade la malagueña, que se conforma con que haya afluencia de público. Pedir vender más ya son palabras mayores. Son conscientes los libreros. Ya el pasado año acusaron en sus 'carnes' una bajada de ventas de cerca del cincuenta por ciento. No pintaba bien el futuro, pero al final libreros y editores han vuelto a apostar por defender una cita que, un año más, se ve obligada a apretarse el cinturón.
Si el pasado año la única aportación directa fueron los 14.000 euros del Ayuntamiento, este serán 12.000 los que invierta el Consistorio malagueño. Además del presupuesto indirecto que dedica a otros gastos. Lo mismo que el resto de instituciones implicadas, como la Diputación o la Junta de Andalucía, que habitualmente colabora en la programación.
Menos participación
A pesar de todo, no pierden la fe en la feria. Sabían que necesitaba un nuevo aire. El deterioro de las últimas ediciones daba que pensar. La cifra de participación hablaba por sí misma: de las cerca de setenta casetas de sus comienzos, el pasado año el número se vio menguado hasta las escuetas 29, con ausencias destacadas como la de Li-bri-tos.
Pocos detalles más se conocen de la próxima convocatoria, pero hay esperanzas, no solo por la ubicación física, también en el calendario, ya que el segundo fin de semana coincidirá con la Feria del Libro de Sevilla. Creen que eso puede contribuir a animar la agenda. Otro motivo para el optimismo. De hecho, ya el pasado año pidieron un cambio, tanto de escenario como de fechas. Se barajó la Plaza de la Marina, la de la Merced y también el Palmeral de las Sorpresas. Ahí verá la luz finalmente una edición que, aunque ofrece novedades, seguirá apostando por iniciativas ya clásicas como la tradicional publicación de la feria. Este año, además, dedicará la convocatoria a un autor malagueño. La propuesta es Antonio Soler, por su prolífica obra y reconocimientos -entre otros, cuenta con los premios Nadal y Herralde-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario